Por: Francisco Ulloa
Enríquez
Por el crecimiento de la
zona urbana de Latacunga, se han incorporado a la geografía de la ciudad importantes
tramos de seis ríos.
Estos pudieron
constituirse en ejes de transformación socio económica y en valiosos elementos
paisajísticos. Lastimosamente, la ausencia de planificación los llevaron a
convertirse en focos de riesgo y contaminación ambiental, hoy son cloacas a
donde van a parar sin tratamiento ninguno las aguas residuales y sus cauces de
manera inescrupulosa reciben diariamente residuos sólidos (basura y escombros).
El río Cutuchi (nombre
Panzaleo, compuesto de cutu ‘eminencia’
y chu ‘agua’, ‘río’) fluye de Norte a
Sur, constituye la principal arteria fluvial de la microcuenca en la que se
asienta la ciudad, en sus 11.7 kilómetros de recorrido dentro de la ciudad
recibe las descargas contaminantes de los desechos industriales y
domiciliarios.
El río Aláquez (para los
Incas ‘cabello amarillo’; los Panzaleos
lo denominaron Halaqui o ‘flojo de
sangre’) recorre
también en dirección Norte – Sur, paralelo al río Cutuchi, sobre su costado Este
y confluye al mismo a la altura del centro de la ciudad. Su longitud de
recorrido dentro del área urbana es de 5.6 km.
El río Pumacunchi (nombre quichua, compuesto de puma ‘el león
americano’ y cunchu ‘sedimento’) fluye en dirección Norte – Sur, por el costado
Oeste del río Cutuchi y paralelo al mismo hasta su confluencia ubicada en el extremo
Sur-Oeste de la ciudad. La longitud de su cauce dentro del área urbana es de
8.9 km.
El río Yanayacu (término
quichua que significa ‘agua negra’) desciende de las colinas del sector Este de
la ciudad, en dirección Oeste, hasta su confluencia en el río Cutuchi. En su
recorrido, atraviesa el centro urbano de la ciudad. La longitud de su cauce
dentro del área urbana es de 4.3 km.
El río Cunuyacu ‘aguas calientes’ con una longitud de
cauce dentro del área urbana de 3.4 km, desciende de las colinas del sector
Este, paralelo al río Yanayacu hasta llegar al río Cutuchi, atravesando el
sector centro- Sur de la ciudad.
El río Illuchi (illu término quichua que significa ‘goloso’,
chi panzaleo significa ‘agua’, ‘río’)
recorre una longitud de 4.6 km en el área de límite urbano de la ciudad por el
costado Sur- Este.
Estos datos
referenciales de los kilómetros de recorrido urbano de nuestros ríos, extractados
del Plan Maestro de Alcantarillado de Latacunga, demuestran el potencial de
estos como ejes esenciales de desarrollo sostenible, el mismo que está pautado
por elementos de identidad, merced a la conexión de los seres humanos con el
territorio para una vida en armonía con la naturaleza.
Por más deterioro que
exista, nunca es demasiado tarde para actuar, muchas ciudades han demostrado
ser exitosas en la mejora de calidad de vida de sus habitantes, para ello es
necesario voluntad política de sus autoridades y una dinámica y creativa
participación ciudadana.
La riqueza y bondad, que
nuestros ríos nos ofrecen, necesitan ser valoradas con enfoque multidisciplinar
y amplia responsabilidad social. La innovación es la clave para incluirlos en el paisaje urbano como un valor
medioambiental y de gran potencialidad socio económica.
Es hora de dejar atrás
tantos años de dar la espalda a nuestros ríos, acabar de entender que ellos no
son el olvidado patio trasero al que van a parar todos los trastos viejos. La
trasformación de la imagen gris de Latacunga en una ciudad de mil colores pasa
por la incorporación de la naturaleza a su trazado urbano, volver a mirar los
ríos debe constituirse en el hito de los nuevos tiempos, al centrar esfuerzos
en ello, la ciudad se abre a su territorio y estos se convierten en nodo de
conexión, un corredor ambiental que conecta la ciudad con toda su micro cuenca.
La eco-restauración de
los ríos urbanos de Latacunga debería contemplar el diseño e implementación de
ciclo rutas, de corredores ambientales y corredores verdes que los conecten y
los articulen con la ciudad, buscando promover los usos de conservación, uso y
disfrute del espacio público. Generar nuevos polos de desarrollo para la ciudad
y el turismo, volviendo las miradas y dándoles el lugar representativo que estos
se merecen.
Querer a la ciudad no
debe ser declarativo solamente, es necesario no agredirla atentando diariamente
a nuestro patrimonio natural, los ríos hicieron de Latacunga “La ciudad de los
puentes”, es hora de devolverles su ancestral hermosura, donde sus aguas
cantarinas y cristalinas eran la musa inspiradora de poetas y con su arrullo
descansaba y socializaba la gran familia latacungueña.
Como en muchísimos problemas antropogénicos es necesario reevaluarnos; ampliar las perspectivas, a veces cerradas sobre sí mismas; y crear conciencia acerca de nuestra pertenencia a la naturaleza más no al inverso. Muy incentivante aporte, gracias.
ResponderEliminarEXCELENTE APORTE PARA CONSULTA GRACIAS
ResponderEliminarEstimado Francisco, muchas gracias por este post tan lleno de verdad, me quedo con la ultima frase, poetas, artistas inspirados por sus aguas y paisajes y las familias en sus riveras compartiendo la vida.
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