Por: Arq. Francisco Ulloa Enríquez M.Sc.
Un proyecto colectivo para la ciudad de
Latacunga pasa por la articulación de las voluntades
públicas y privadas en torno a un plan estratégico.
Latacunga, otrora apacible y pequeña ciudad andina, debe asumir el cambio de escala de la ciudad. En poco tiempo el eje vial principal, la panamericana con su paso lateral, alterarán la vida cotidiana de varios pueblos y ciudades de la provincia de Cotopaxi, ese efecto lo sienten con duros resultados los moradores de Lasso y Río Blanco; en ese mismo orden la cárcel regional con sus más de cuatro mil reclusos incidirá en la vida de los latacungueños y saquisilenses, principalmente.
públicas y privadas en torno a un plan estratégico.
Latacunga, otrora apacible y pequeña ciudad andina, debe asumir el cambio de escala de la ciudad. En poco tiempo el eje vial principal, la panamericana con su paso lateral, alterarán la vida cotidiana de varios pueblos y ciudades de la provincia de Cotopaxi, ese efecto lo sienten con duros resultados los moradores de Lasso y Río Blanco; en ese mismo orden la cárcel regional con sus más de cuatro mil reclusos incidirá en la vida de los latacungueños y saquisilenses, principalmente.
El intercambiador Latacunga – Pujilí ejercerá presiones urbanas
en las dos ciudades, y de no mediar regulaciones claras de uso de suelo, ese
sector podría tornarse una zona de alta conflictividad.
En Salache, si no se construye el intercambiador inicialmente
planificado, los riesgos para los moradores de la zona y principalmente para
los estudiantes, maestros y empleados de la Universidad Técnica de Cotopaxi
serán muy grandes.
San Miguel, en el cantón Salcedo, donde un buen número de pobladores
vive del comercio de helados y pinol, si no se adoptan medidas inclusivas estos
quedarán aislados o en su defecto se verán obligados a migrar a zonas aledañas
al nuevo paso vehicular.
Por estas y otras consideraciones, se hace impostergable que
nuestras autoridades empiecen a pensar en la metropolización de un gran
territorio conurbano que haga posible un desarrollo equitativo de Saquisilí,
Latacunga, Pujilí y San Miguel.
Este nuevo eje vial, necesario como el que más, obliga a las
autoridades locales a pensar con creatividad para la toma de decisiones para
una gran ciudad que de lo contrario se estructurará de manera espontánea sobre
la base de un desarrollo periférico.
Es peligroso que en la actualidad no se cuente con una propuesta
específica de desarrollo urbano. Es imprescindible la construcción de elementos
de centralidad, vinculados entre sí
con infraestructuras y equipamientos, como base del desarrollo metropolitano en cada una de las cabeceras cantonales.
con infraestructuras y equipamientos, como base del desarrollo metropolitano en cada una de las cabeceras cantonales.
El GAD de Latacunga debe liderar un proceso participativo de
mancomunidad, para garantizar el crecimiento ordenado de centros poblados
cercanos, en los cuales sus pobladores puedan disfrutar de las comodidades
citadinas con la frescura del campo.
La metropolización de Latacunga tiene que ver también con el ejercicio de un nuevo concepto de capital provincial, que surja de un proceso de internalización de la ciudad, la capacidad instalada de su aeropuerto debe ser complementada con un puerto seco y su zona franca, esto potenciará sustancialmente su competitividad, más aún si se considera que nuestra provincia forma parte del proyecto multimodal Manta - Manaos.
Esto supone privilegiar un tipo particular de infraestructura como, por ejemplo, las comunicaciones: telefonía, correos, vialidad provincial. Pero también una mayor
funcionalidad de los servicios y equipamientos, entre otros, de energía eléctrica, agua potable.
Será indispensable impulsar un proceso agresivo de modernización de la administración de los municipios participantes, en los cuales la base de los acuerdos giren en torno a la descentralización y desconcentración. El urbanismo social será más eficaz si se construyen órganos administrativos de representación, gestión e identidad más próximos a la sociedad civil.
En el futuro se requiere actuar con más fuerza
sobre la ciudad existente, con el fin de modificar su desarrollo urbano, hoy basado
en la especulación del suelo, que hace que la ciudad crezca sin un correlato
social. Allí surge la importancia de intervenir en el centro histórico y las
parroquias urbanas “consolidadas”, para acabar con el caos que hoy tienen
nuestros centros poblados.
Es impostergable y resulta obligada la intervención de las autoridades locales para asumir nuevas responsabilidades en materia económica, tecnológica y social para evitar que se siga profundizando las desigualdades en muchos barrios periféricos.
La revalorización de la cualidad estética de la ciudad, en la que se tome en cuenta el medio ambiente y la diversidad socio cultural. Hay que intervenir en los problemas funcionales,
potenciar las relaciones sociales y resolver estéticamente los problemas urbanos.
El derecho a una ciudad que nos permita vivir mejor, el derecho a
disfrutar de una ciudad democrática, pasa por sólidos liderazgos colectivos y
fundamentalmente por la toma de conciencia de los ciudadanos y ciudadanas para
estar dispuestos a pensar en como construir una metrópolis que sepa como
incluir la potencialidad rural.
Es impostergable y resulta obligada la intervención de las autoridades locales para asumir nuevas responsabilidades en materia económica, tecnológica y social para evitar que se siga profundizando las desigualdades en muchos barrios periféricos.
La revalorización de la cualidad estética de la ciudad, en la que se tome en cuenta el medio ambiente y la diversidad socio cultural. Hay que intervenir en los problemas funcionales,
potenciar las relaciones sociales y resolver estéticamente los problemas urbanos.