Latacunga, ciudad centro andina del Ecuador, por su centro histórico fue
declarada Patrimonio Cultural Nacional, sin embargo, esta declaratoria de poco
le ha servido para consolidar su futuro turístico debido a los síntomas de
agotamiento del modelo de desarrollo tradicional implementado desde hace muchos
años por parte del Gobierno Municipal.
En los primeros meses del 2019 tendremos que acudir a las urnas para elegir
alcalde y concejales, de quienes resulten electos dependerá las políticas y las
acciones que se adopten al respecto. Esperamos apreciar en la campaña electoral,
si se plantean por parte de los diferentes candidatos, propuestas serias que
vayan más allá de la verborrea demagógica de siempre.
Por su privilegiada ubicación geográfica, Latacunga es una ciudad con alto
potencial turístico; si aspiramos reactivar la alicaída economía local es
indispensable potenciar especialmente el turismo cultural y para ello se
requiere crear condiciones adecuadas. La continuidad de las tendencias actuales
agudizaría la problemática ya que el empirismo y la improvisación, únicamente, proporcionan
giros económicos genéricos, sin mayores inversiones y una economía de
subsistencia.
Es necesario contar con un modelo de desarrollo turístico que acabe con el
estigma de ciudad de paso, un modelo que convierta a Latacunga en un destino
sostenible e innovador.
Para hacer realidad ese escenario alternativo es indispensable un liderazgo
estratégico del gobierno local que genere, como producto de una construcción
colectiva, un plan consensuado entre los diferentes actores tanto del sector
público como del privado en donde con claridad y sin recelos de ningún tipo se
identifiquen fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas que permitan trazar
la ruta a seguir.
Creemos que los ejes matrices podrían inicialmente ser dos, el primero que
impulse las mejores iniciativas de la economía verde, esto ofrecería la
posibilidad de soñar con un desarrollo sostenible, garantizando que podamos
disfrutar de una ciudad con buenos indicadores medioambientales, biodiversidad
extensa y niveles de contaminación inferiores a la media nacional; el segundo
eje tiene relación con el enfoque intercultural, esto puede aportar beneficios
culturales, sociales y económicos que facilitarían el acceso a sus beneficios a
amplios sectores poblacionales.
Los efectos positivos de sentipensar el turismo con visión de futuro puede
traducirse en prestigio nacional e internacional y atraer un turismo más
calificado que nos permita dar el salto a una oferta turística educativa
cultural. Latacunga puede, con el compromiso de todos, dejar de ser una ciudad
gris y caótica y convertirse en una ciudad creativa, innovadora, respetuosa de
su patrimonio y sus tradiciones y orgullosa de su diversidad cultural y
ambiental.