sábado, 13 de junio de 2020

PINOCHO ESTÁ PREOCUPADO



Por: Francisco Ulloa Enríquez

Ha trascendido, que Pinocho está muy preocupado con las noticias que los actores políticos del Ecuador difunden, especialmente las generadas en estos tiempos de aislamiento social en transición al distanciamiento social.

El escritor italiano Carlo Lorenzini, entre 1882 y 1883, bajo el seudónimo de Carlo Collodi, escribió “Las aventuras de Pinocho”; creó un personaje de la literatura universal que ganó fama por sus mentiras, a esta marioneta de madera que cobró vida, se sabe que, cuando decía una, le crecía la nariz. Es así como desde el siglo XIX Pinocho ha sido considerado el emblemático símbolo del mal comportamiento y la mentira, esto gracias a la versión rosa de Disney, que es la que perdura en el imaginario colectivo mundial, dejando en el olvido la violencia desmesurada de la historia original.

La preocupación de Pinocho con lo que dicen los políticos ecuatorianos no es únicamente de ahora, ya que ha sido una constante el engañar al pueblo con un permanente baratillo de ofertas de llevarnos al paraíso en la Tierra, gracias a la sabiduría de estos mesías criollos, que cuando llegan a los cargos públicos de elección popular, cual marionetas cumplen sumisamente con las directrices de la plutocracia económica. Y despúes de masacrar al pueblo, campantes reiteran que sus sacrificados esfuerzos por salvarnos no son comprendidos y que la culpa de todos los males la tenemos nosotros y al igual que Pinocho lejos de sentir remordimientos por los males que ellos con sus acciones y mentiras causan, dicen que no es su culpa y que se ven obligados a tomar medidas impopulares.

Pinocho mira con asombro como es, largamente, sobrepasado en sus habilidades, por el cinismo para mentir en las cadenas nacionales, los noticieros de los mass media que responden a grandes intereses económicos y ahora através de los mensajes de los trolls, que tienen entre sus fines, molestar, provocar, alterar el eje del debate y que con el auge de las redes sociales, publican información falsa o impulsan campañas difamatorias.

La Estadística la reinventaron, los números cambian según la verdad que quieran sostener, ya sea para hacernos ver que la curva se aplana o  para contar contagiados o muertos por la pandemia del covit19; así como para mostrar la crisis económica del país.

A la corrupción, dicen combatir; los sobreprecios en las adquisiciones públicas supuestamente están investigándolos; de palanqueos y trincas dicen desconocer, ya que no recomiendan a sus parientes que ocupan altos cargos para los que no están preparados. Pinocho debería buscar en nuestro saqueado país, asesoría de cómo mentir sin sonrojo y sin que les crezca la nariz.

Critican, despiden y amenazan a médicos y educadores, se atreven a pintar un cuadro fantasioso de derroche y despilfarro al tener que pagar los sueldos de estos sectores básicos para garantizar el desarrollo del Ecuador; afirman incluso que ir a la universidad es una pérdida de tiempo. Sin embargo, santifican las medidas neoliberales del empresario devenido en Ministro de Finanzas para que con el sacrificio del pueblo paguen puntualmente una deuda externa ilegal e ilegítima; para ello intentan convencernos, que eso es necesario, ya que nos permitirá ver un monte mágico, donde el dinero crece y merced a la bondad del FMI nos dejarán acceder a nuevos créditos que servirán para financiar a empresarios ineficientes e inescrupulosos que toda la vida han medrado del pueblo.

El tristemente célebre, Sigifredo Reyes Moreno, alias  “el Cuentero de Muisne”, afirmaba que su única arma eran las palabras o “el quiquirimiau”, como solía decir. Todo parece indicar que fue un aficionado ingenuo ante la audacia de estos avezados y camaleónicos seres, que se burlan de la Constitución a diestra y siniestra y usan las leyes en beneficio propio.

Hasta cuando, pueblo ecuatoriano, seguimos tropezando con la misma piedra y poniendo en cargos públicos a aventureros de la política, que sirven a minorías privilegiadas. Pinocho va a tener que mirar con resignación que el récord Guinness del mal comportamiento y la mentira se lo llevan otros.


VALORA LA VIDA



Por: Francisco Ulloa Enríquez
A veces, la vida nos pone a prueba, nos plantea situaciones que parecerían superar nuestras capacidades. Hoy el mundo está siendo sacudido por una pandemia que tiene en jaque a toda la humanidad; esta circunstancia nos puede llevar al límite y hacer que nos cuestionemos si tenemos la fuerza y la voluntad necesarias para continuar adelante. En este punto tenemos dos opciones: dejarnos vencer o sobreponernos y salir fortalecidos.
Apostemos por la segunda opción, la resiliencia, que es la capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones difíciles y sobreponerse, gracias a ella debemos afrontar esta crisis sanitaria y, con las lecciones aprendidas, también podemos salir vigorizados.
La resiliencia individual implica reestructurar nuestros recursos psicológicos en función de las nuevas circunstancias y de nuestras necesidades. Esta a su vez debe facilitar que avancemos en la construcción de una sociedad resiliente, que nos lleve un paso más allá y podamos utilizar esta situación extrema para crecer y desarrollar al máximo nuestro potencial.
Para las personas resilientes no existe una vida dura, sino momentos difíciles. Y no se trata de una simple disquisición terminológica, sino de una manera diferente y más optimista de ver el mundo, ya que son conscientes de que después de la tormenta llega la calma. Hagamos nuestra tarea personal, predispongámonos a manejar con disciplina y buen carácter esta situación que no termina cuando el pico infeccioso empieza a descender, demandará mayores dosis de creatividad y paciencia salir de las secuelas de largo plazo, aquellas relacionadas con la economía y sus crisis recurrentes.
Nuestros antepasados y nosotros mismos hemos tenido que lidiar periódicamente con desastres naturales, pandemias y epidemias e incluso graves males sociales como la corrupción de diferentes gobiernos o democracias falsas. De algunos de estos males hemos aprendido lecciones que nos ayudan a vivir mejor, de otros todavía tenemos que analizarlos y entenderlos para no seguir cometiendo errores.
En emergencias, como la actual, es necesario que cambiemos algunos  hábitos y creencias, es impostergable que entendamos que nuestros derechos terminan donde empiezan los de los demás,  es fundamental actuar con responsabilidad social, y si hoy la principal tarea es quedarnos en casa y cumplir con un proceso de aislamiento que evite la propagación del virus, esta puede ser la oportunidad perfecta para:
-       Tomar consciencia de nuestras potencialidades y limitaciones. El autoconocimiento es un arma muy poderosa para enfrentar las adversidades y los retos.
-       Seamos creativos para cumplir con nuestras obligaciones laborales desde casa.
-       Confiemos en nuestras capacidades, no perdamos de vista nuestros objetivos, en el hogar aprendamos a trabajar en equipo.
-       Asumamos las dificultades como una oportunidad para aprender. 
-       Aprendamos de las prácticas milenarias y tomemos plena conciencia de cómo vivir aceptando las limitaciones e intentando sacarles el mayor provecho. Disfrutemos de los pequeños detalles y no perdamos nuestra capacidad de asombro.
-       Veamos la vida con objetividad, pero siempre a través de un prisma optimista, convenzámonos de que por muy oscura que se presente la jornada, el día siguiente puede ser mejor.
-       Creemos una sólida red de apoyo mutuo, hoy la tecnología permite acercarte sin tener que trasladarte físicamente; internet y el teléfono deben servir para estrechar lazos fraternales.
-       Es imposible controlar todas las situaciones, aprende a lidiar con la incertidumbre. Céntrate en cambiar tus emociones, cuando no puedas cambiar la realidad.
-       No te cierres al cambio y siempre debes mostrar disposición a valorar diferentes alternativas, sin aferrarte obsesivamente a una única solución.
-       Encuentra en tu interior la motivación que te ayude a mantenerte firme y luchar por alcanzar las metas.
-       Parecería una utopía, pero afrontar la adversidad con humor ayuda mucho, seamos capaces de reírnos de la adversidad y sacar una broma de las desdichas. La risa ayuda a mantenerse optimistas y, sobre todo, permite enfocarse en los aspectos positivos de las situaciones.
-       Para superar un suceso traumático el apoyo social y la solidaridad son fundamentales.
Estos elementos de resiliencia individual posibilitarán construir progresivamente una sociedad más equitativa, más humanista, una sociedad resiliente. Valoremos la vida.

EL VERDADERO PROBLEMA DE LA EDUCACIÓN ECUATORIANA


Arriba:Agustín Albán, Juan F. Velasco, Rossi Prado, Berenice Cordero, Carlos Ibáñez, Iván Ontaneda, Andrés Madero,Javier Laso, Cecilia Chacón, Guido Macchiavello, Andrés Michelena, Marcelo Mata, Isabel Maldonado, Andrea Sotomayor. Abajo: Monserrat Creamer


Por: Francisco Ulloa Enríquez
Los malos gobiernos son el verdadero y gran problema del sistema educativo en el Ecuador ya que la ausencia de políticas que guíen esta responsabilidad estatal acarrea como consecuencia una pésima gestión, incrementando las deficiencias, carencias e imperfecciones de un sector permanentemente relegado de las prioridades de los mandatarios.

El gobierno presidido por Lenín Moreno estaba llamado a corregir los errores e improvisaciones de la década correísta, que estuvo marcada por el cierre de establecimientos, persecución a maestros y estudiantes, destrucción de la autonomía universitaria, eliminación del principio de interculturalidad, entre otros. Sin embargo, esto no ha ocurrido, sino que las afectaciones son mayores ya que ahora se despide a maestros, se recortan sus salarios, se limita el presupuesto y se olvidan de que para garantizar el desarrollo del país es prioritaria la educación.

El Ministerio del ramo sigue siendo un botín de avivatos que han medrado de la educación para beneficio personal, cuesta recordar a algún ministro o ministra que haya dejado un legado que trascienda la temporalidad de una administración y siente bases sólidas para la formación de las nuevas generaciones.

La improvisación, el desconocimiento de las complejidades del quehacer educativo y la corrupción forman parte de esta cartera de Estado, que por las designaciones hechas por Moreno demuestra que poco o nada le importa la educación del pueblo, sin pena ni gloria han pasado por allí Fander Falconí, Marcelo Jaramillo, Milton Luna y ahora Monserrat Creamer.

Más de 4 millones quinientos mil estudiantes y unos 200 000 maestros en el país, distribuídos en 11 091 establecimientos, sufren las consecuencias de las erráticas decisiones las cuales emanan desde un ministerio que sumisamente acepta las afectaciones presupuestarias y laborales, sin estar ajeno al mal de la corrupción que parece formar parte de casi todas las esferas de un gobierno que,  ciertamente, pasará a la historia como uno de los más nefastos en materia educativa.

El derecho constitucional a la educación no forma parte de las responsabilidades prioritarias del gobierno, esto se desprende del informe a la nación del Presidente, en el que trazó los ejes para su último año de mandato, y de las declaraciones y campañas gubernamentales en las que se desprestigia a los actores educativos y se trata con desprecio a la sagrada misión de los establecimientos educativos en los diferentes niveles.

Los causantes de una infraestrutura deficitaria, de una limitada conexión al internet, del mal manejo presupuestario, de las dificultades de acceso a la educación no son los maestros y su organización gremial como equivocadamente se pretende hacer creer. Los causantes de los males crónicos del sistema educativo ecuatoriano son los gobernantes que tienen miedo de educar al pueblo.