lunes, 13 de enero de 2014

BOTELLA AL MAR PARA EL DIOS DE LAS PALABRAS

Por: Gabriel García Márquez

A mis 12 años de edad estuve a punto de ser atropellado por una bicicleta. Un señor cura que pasaba me salvó con un grito: «¡Cuidado!»
El ciclista cayó a tierra. El señor cura, sin detenerse, me dijo: «¿Ya vio lo que es el poder de la palabra?» Ese día lo supe. Ahora sabemos, además, que los mayas lo sabían desde los tiempos de Cristo, y con tanto rigor que tenían un dios especial para las palabras.
Nunca como hoy ha sido tan grande ese poder. La humanidad entrará en el tercer milenio bajo el imperio de las palabras. No es cierto que la imagen esté desplazándolas ni que pueda extinguirlas. Al contrario, está potenciándolas: nunca hubo en el mundo tantas palabras con tanto alcance, autoridad y albedrío como en la inmensa Babel de la vida actual. Palabras inventadas, maltratadas o sacralizadas por la prensa, por los libros desechables, por los carteles de publicidad; habladas y cantadas por la radio, la televisión, el cine, el teléfono, los altavoces públicos; gritadas a brocha gorda en las paredes de la calle o susurradas al oído en las penumbras del amor. No: el gran derrotado es el silencio. Las cosas tienen ahora tantos nombres en tantas lenguas que ya no es fácil saber cómo se llaman en ninguna. Los idiomas se dispersan sueltos de madrina, se mezclan y confunden, disparados hacia el destino ineluctable de un lenguaje global.
La lengua española tiene que prepararse para un oficio grande en ese porvenir sin fronteras. Es un derecho histórico. No por su prepotencia económica, como otras lenguas hasta hoy, sino por su vitalidad, su dinámica creativa, su vasta experiencia cultural, su rapidez y su fuerza de expansión, en un ámbito propio de 19 millones de kilómetros cuadrados y 400 millones de hablantes al terminar este siglo. Con razón un maestro de letras hispánicas en Estados Unidos ha dicho que sus horas de clase se le van en servir de intérprete entre latinoamericanos de distintos países. Llama la atención que el verbo pasar tenga 54 significados, mientras en la República de Ecuador tienen 105 nombres para el órgano sexual masculino, y en cambio la palabra condoliente, que se explica por sí sola, y que tanta falta nos hace, aún no se ha inventado. A un joven periodista francés lo deslumbran los hallazgos poéticos que encuentra a cada paso en nuestra vida doméstica. Que un niño desvelado por el balido intermitente y triste de un cordero dijo: «Parece un faro». Que una vivandera de la Guajira colombiana rechazó un cocimiento de toronjil porque le supo a Viernes Santo. Que don Sebastián de Covarrubias, en su diccionario memorable, nos dejó escrito de su puño y letra que el amarillo es «la color» de los enamorados. ¿Cuántas veces no hemos probado nosotros mismos un café que sabe a ventana, un pan que sabe a rincón, una cerveza que sabe a beso?
Son pruebas al canto de la inteligencia de una lengua que desde hace tiempo no cabe en su pellejo. Pero nuestra contribución no debería ser la de meterla en cintura, sino al contrario, liberarla de sus fierros normativos para que entre en el siglo venturo como Pedro por su casa. En ese sentido me atrevería a sugerir ante esta sabia audiencia que simplifiquemos la gramática antes de que la gramática termine por simplificarnos a nosotros. Humanicemos sus leyes, aprendamos de las lenguas indígenas a las que tanto debemos lo mucho que tienen todavía para enseñarnos y enriquecernos, asimilemos pronto y bien los neologismos técnicos y científicos antes de que se nos infiltren sin digerir, negociemos de buen corazón con los gerundios bárbaros, los qués endémicos, el dequeísmo parasitario, y devuélvamos al subjuntivo presente el esplendor de sus esdrújulas: váyamos en vez de vayamos,cántemos en vez de cantemos, o el armonioso muéramos en vez del siniestro muramos. Jubilemos la ortografía, terror del ser humano desde la cuna: enterremos las haches rupestres, firmemos un tratado de límites entre la ge y jota, y pongamos más uso de razón en los acentos escritos, que al fin y al cabo nadie ha de leerlagrima donde diga lágrima ni confundirá revólver con revolver.¿Y qué de nuestra be de burro y nuestra ve de vaca, que los abuelos españoles nos trajeron como si fueran dos y siempre sobra una?
Son preguntas al azar, por supuesto, como botellas arrojadas a la mar con la esperanza de que le lleguen al dios de las palabras. A no ser que por estas osadías y desatinos, tanto él como todos nosotros terminemos por lamentar, con razón y derecho, que no me hubiera atropellado a tiempo aquella bicicleta providencial de mis 12 años.

16 comentarios:

  1. EL VERDADERO VALOR DE LA PALABRA

    Para muchos este es un don ya que el que tiene el don de la palabras es una persona ilustrada pero no es así, todos poseemos, unos más, otros menos, pero somos seres que tenemos este don desde tiempos remotos, está a sido una de las armas principales para el desarrollo de los pueblos.

    Las personas que son oprimidas no son libres para decidir lo que quieren, dar una solución verdadera de los problemas sociales este don de la palabra es un poder muy fuerte que lo poseemos pero debemos saberlo utilizar.

    En los actuales momentos las imágenes, son un apoyo prescindible para las palabras para dar un poco más de énfasis a lo que se trata de dar a conocer es como el idioma se a expandido y se ha fusionado y han creado nuevos y en el diario vivir se escucha pero no se lo comprende pero la única esencia de todo ello es la palabra y se liga directamente con la voz que quieren dar a conocer.

    NOMBRE: KLEVER STALIN CORRALES VELA
    CICLO: 8 “F” COMUNICACIÓN SOCIAL.

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  2. La genialidad de poder contar una historia y contarla bien contada, de principio a fin , es una de las cualidades que Gabriel García Márquez cultivo desde muy chico, pero es muy grafica la manera en la que explica el poder de la palabra, y obviamente toda la explicación y retorica en cuanto a los dignificados y acentos y demás, yo las considero como positivas, pero puedo afirmar que me encanto la oración que está cerca del final, donde realmente me imagino una revolución del idioma, donde todas las letras del alfabeto se pongan de a buenas, y nosotros también con ellas obviando las reglas ortográficas, que en mi caso si han sido un fantasma que me perseguido desde pequeño, y no porque no me las hayan querido enseñar, si no porque justo en esas clases me dio gripe; así que si tengo alguna que otra falta de ortografía es por la gripe.
    Considero a la ortografía como parte del idioma, y parte muy importante porque son las reglas que rigen el idioma, y ese es un requisito para que una lengua o dialecto se llame idioma, sin embargo que suene como “V” o “B”, o que el acento vaya antes o después, o que si “S”, “Z”, o “C”; me gustaría comulgar un poco mas con esos pensamientos, pero considero que lo importante es el fondo y no la forma, y esto llevarlo para todas las actividades de la vida, porque de que me sirve tener conocimientos amplios de ortografía, pero no tener en el cerebro la cantidad suficiente de palabras para escribir dos renglones sobre mi madre; seria, haciendo una semiosis, como tener un auto bien pintado con asientos de cuero tapizados, aire acondicionado, y accesorios de lujo, si el motor no tiene batería ni bujías, y el motor está atascado por falta de mantenimiento.
    Retomo mis pobres palabras, y les digo pobres no porque carezcan de valor, si no porque me causan un poco de pena, al verlas sin esos adornos de lujo, sin esa concatenación dentro de los cánones establecidos por la real academia de la lengua, palabras que únicamente intentan expresar ideas, sentimientos, pensamientos, teorías y teoremas, versos o sonetos o a lo mejor una prosa emocionante, palabras que no están, como diría algún profesor mío de la infancia, “Lavaditas la cara”, sin embargo que en su interior cargan más cosas de las que se pueden leer; y como alguna vez dije , perdón por hablar como se debe escribir y por escribir como se debe hablar, hablar pensando cada palabra y su porque y para qué, y escribir sin pelos en la lengua.

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  3. A pesar de un accidente en la bici, la insistencia que hace en todo contexto, tiene un sentimiento cáustico, que lo que busca es crear el sentimiento de cada persona en su forma de vivir y pasar los acontecimientos de la vida, porque cada cual tenemos un don que vigila y está siempre en las buenas y en las malas.
    Todo esto hace el hincapié en los grandes errores que cometemos hoy en día, a veces de eso aprendimos en mucho de los ocasiones, aunque con problemas pero estamos luchando y queriendo seguir adelante siempre.
    Tomando en cuenta de todo esto, debemos seguir cosechándonos por el bien de uno mismo sin esperanzarnos de ninguna otra persona.

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  4. Si bien dice el tema “EL VERDADERO VALOR DE LA PALABRA”, prácticamente se basa a un sentimiento expresado a través de ella, dependiendo así en gran parte de la capacidad de cada individuo a expresar tanto en la palabra como en el sentimiento, y mediante la palabra García Márquez, nos lleva a imaginarnos y a interpretar de una manera diferente, en el preciso instante en que empieza a hablar o a escribir lo que quiere decir, ya que empieza a transformarlo en la vida real.
    Por ende la palabra no pierde valor y es parte esencial del ser humano; ya que está en comunicación con los hechos, con la realidad, es decir, en la coherencia entre lo que se dice y lo que realmente se hace o es, sin embargo la palabra debe ser bien tratada por el mismo hecho que la palabra lo dice todo y es por eso que se debe mantener una postura prácticamente fundada en el argumento y sobre todo que sea creíble y mantenga la seguridad en sí mismo.

    http://claritaj.blogspot.com/2014/01/una-vision-diferente.html

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  5. El don de la palabra, aquel que le hace diferente y único al ser humano del resto de especies animales, a través de la historia ha sido uno de los principales nexos de comunicación para la convivencia de individuos que pertenecen a un determinado territorio, ya que el mundo esta compuesto por varios países, mismos que poseen un dialecto que les permita distinguirse del resto, pero lastimosamente la palabra de una u otra manera esta perdiendo su esencia gracias a la degeneración de su forma, donde las principales responsables son las nuevas generaciones.

    Hoy es fácil encontrar palabras mutiladas, palabras mal escritas donde la ortografía no es bienvenida, esto ocasiona que vocablos simples y sencillos se conviertan en verdaderos jeroglíficos. La deformación de la palabra avanza cada día mas, es por ello que se debe hacer conciencia del mal que estamos haciendo a la lengua, por lo que una manera de hacer frente a este mal es la constante lectura, ya que mediante ella nuestra mente se enriquece de nuevo términos y conceptos, y sobre todo, no dando cabida a la mutilación y deformación de las palabras.

    Nelson Tapia

    LINK blog http://cronicaletras.blogspot.com/2014/01/entre-el-codigo-y-la-manipulacion.html

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  6. La palabra es la herramienta más útil para construir o por supuesto destruir algo, sin lugar a duda, la palabra en nuestra época es la arma más letal, si no la sabemos utilizar, a sus ves la palabra a evitado que el silencio realmente silencia, a las palabras y por supuesto a los seres humanos, la palabra viene a constituirse como símbolo de libertad y más un de expresión.
    Otro de los fundamentos de la para, es la versatilidad para poderse expresar, todo que pensamos o creemos, y con ello nuestro idioma el español, es el más rico en expresiones que nos ha permitido conocer, cada una de nuestras formas de vida y formas de comunicarnos.
    LINK http://periodismodigitals.blogspot.com/2014/01/los-medios-de-comunicacion-local-y_20.html

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  7. La palabra como bien manifiesta Márquez es el poder que todos tenemos, cualquier cosa que sea podemos expresarnos, como bien dice no importa el idioma, cualquier persona que tienen ese poder de comunicarse tiene el poder de decir las cosas como son.
    Vivimos en un mundo que si tu no hablas no eres nadie la palabra es el don para poder llegar a ser alguien. La ortografía nos permite escribir palabras para que sean captadas por personas convirtiéndose en códigos de comunicación. Debemos estar al tanto de quienes nos digan algo, para poder estar más atentos de lo que nos rodea.

    Octavo Comunicacion
    link http://enfermedadessinproteccion.blogspot.com/

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  8. Si cada uno de nosotros estuviésemos conscientes de que el carácter librada en cada palabra afecta no sólo a quien se la dirigimos sino también a nosotros mismos comenzaríamos a cuidar más lo que decimos, porque el valor de la palabra está en cómo nos expresamos.


    La palabra, junto con el poder de la vibración es capaz de crear, y también destruir, como también indicando el sentimiento y la emoción para finalmente expresarlo, por lo que estamos descubriendo y plasmando una historia y sobre todo nuestros sentimientos.

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  9. LINK: http://claudiovillafm.blogspot.com/2014/01/periodismo-ciudadano-y-los-medios.html

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  10. El ser humano en este mundo tiene que estar agradecido de poder hablar, ya que a diferencia de los animales es un don donde aparte de hablar puede pensar y razonar para dar a conocer las ideas a través de las palabras, es decir que con el paso del tiempo el ser humano se ha podido desarrollar su cerebro, para poder comunicarse con los de su especie, y de esta manera poder sobrevivir, ya que sin comunicación o señas el ser humano sería algo inservible, con el transcurso de los años y de la historia en nuestro planeta, se han ido formando civilizaciones, con distintas formas de hablar o de idiomas, que se les permite distinguirse de los demás o del resto, en este caso en los distintos países de este planeta se hablan distintos idiomas, pero algunos lenguas o dialectos se están perdiendo donde los responsables de todo esto son las nuevas generaciones.
    Hoy en día las nuevas generaciones cambian a las palabras o al idioma por claves, que muchas de las personas no las entienden, escriben con faltas de ortografía, y esto permite que se conviertan tal así como en la época de los egipcios en jeroglíficos, y con el paso del tiempo la palabra está cambiando más y más, pero nadie hace conciencia por recuperar el dialecto original que hemos venido trayendo desde nuestras generaciones, ágamos conciencia no la perdamos.

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  11. La palabra es una arma muy fuerte, pues la utilizamos en todo momento en que interactuamos y nos interrelacionamos con los demás por lo tanto, en especial para los periodistas que mediante la palabra conseguimos trasmitir la realidad de los pueblos; al igual que la tecnología y la globalización mediante la evolución que han conseguido, también la palabra se ha visto modificada, cambiada, embellecida; para supuestamente no ser tan duros con lo que sucede a diario, sin embargo esto solo ha causado tranquilidad y normalidad por parte del individuo.
    Las cosas deben ser tratadas como son y sin adjetivos que las identifiquen, porque la realidad no se puede cambiar; y mucho más en el campo del periodismo, porque una palabra mal dicha puede ser interpretada de muchas maneras y en especial por la audiencia que no muchas veces conoce sobre los temas que tratan; de tal forma que la palabra sea utilizada para dialogar, expresar y participar con el ciudadano que a través de su punto de vista y el de las autoridades pertinentes construyan un mundo diferente; es decir, un mundo en donde no exista el poder sino la democracia participativa.

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  12. http://mogroviteriev.blogspot.com/2014/01/no-es-una-labor-facil.html

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  13. La palabra puede ser utilizado de muchas formas, ya sean buenas o malas, las malas con las que afectan tanto a las personas que escuchan, como también a quien lo dice, porque su imagen cae, si bien el poder de la palabra esta en cada uno de nosotros, debemos saber como la utilizamos, no debemos dejar que nada nos influya a utilizarla de mala manera.
    Existen personas privilegiadas, que saben cómo utilizar la palabra de la mejor manera, y deberíamos aprender de esas personas, y no hablar solamente por hablar, también muchos de nuestros maestros desde muy pequeños nos insisten en que se tenga el hábito de lectura, suena un poco cansón pero al final todo eso nos va a ayudar para en un futuro saber expresarnos y nunca dañar a las personas que nos escuchen.

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  14. Este artículo es muy interesante puesto que nos hace conocer el verdadero valor que tiene la palabra, que ni con el transcurso del tiempo nada podrá reemplazarla, ni las propias imágenes, ya que no es cierto la famosa frase que dice” una imagen vale más que mil palabras”, una palabra puede significar mucho en la vida de las personas tanto en aspectos positivos como negativos.


    Las imágenes como la palabra son un complemento al momento de expresar algo, para ciertas personas una pesara más que la otra, pero sin embargo la palabra tendrá más trascendencia al momento de la comprensión de la realidad por parte de los individuos de una sociedad.

    Por tal razón se le debe dar un buen uso a las palabras hablando y escribiendo bien, respetando la ortografía y sus diferentes usos, ya que de esta depende mucho que exista una buena comunicación por parte de las personas, ya que si no existiera la palabra sería muy difícil expresar sentimientos, emociones y deseos.

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  15. Galeano nos hace un llamado a la conciencia que hace tiempos atrás que todo material era reutilizado y aun mas se mantenía buenas practicas y costumbres hoy en día todo a cambiado por ejemplo; antes cuando no se gozaba de la tecnología, se realizaban las tareas escolares de matemática con lápiz y papel, en la actualidad los niños y peor aun leños joven estudiantes prefieren optar por digitar una calculadora.
    De alguna manera todos contribuimos a que el entorno en que vivimos se destruya poco a poco; cuando en vez de reciclar descartamos todo l que nos podría ser útil echándolo a la basura.
    Los seres humanos se han transformado incluso cuando somos esclavos del consumismo y muchas veces ignoramos lo que sucede en nuestro alrededor. También sufrimos un Aculturación y un deterioro de los valores.

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